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Las decisiones de política comercial impulsadas a partir del Liberation Day en Abril de 2025 no fueron una sorpresa para los analistas internacionales. Ya en su primera administración, Donald J. Trump, había impulsado una guerra comercial con China (recordarán el ya famoso «China tiene que pagar»). Pero lo novedoso, en esta ocasión, es que la imposición de aranceles ahora tomó otra magnitud -más global- y también se mete en la discusión geopolítica sobre la influencia de China en la región de América Latina y Caribe.

En este nuevo Webinar del ciclo anual de Cratorn SOM, contamos con la mirada experta de Cristiano de Castro Burgos, integrante nuestro Faculty regional, quien nos acercó el contexto histórico de este evento que ha reconfigurado el poder mundial y ha puesto en jaque a muchos países que deben mantener un equilibrio entre sus necesidades comerciales y sus vínculos geopolíticos.

¿Cuáles fueron las repercusiones de la Guerra de Aranceles?

Burgos identificó al menos 4 aspectos centrales a partir del Liberation Day:

  1. La intensificación de medidas proteccionistas. Se elevaron aranceles cruzados entre China y Estados Unidos en sectores estratégicos como los semiconductores, los automóviles eléctricos y la maquinaria industrial.
  2. La Guerra de Datos y Ciberseguridad. Esto provocó un aumento de controles sobre el flujo transfronterizo de datos, con nuevas leyes de soberanía digital, y acusaciones de ciberespionaje.
  3. Una mayor Fragmentación Tecnológica. Estados Unidos prohibió la exportación de chips avanzados y software a empresas chinas. A su vez, China respondió con bloqueos a empresas norteamericanas en sectores clave.
  4. Efectos colaterales globales. Las empresas multinacionales enfrentan incertidumbre regulatoria y presión para elegir «bloques tecnológicos». En el caso de América Latina, la afectación principal se visualiza en la volatilidad de las cadenas de suministro.

Lo que evidencia esta nueva guerra comercial (que en realidad es una continuación de la anterior) es que el principal foco ahora está basado en el dominio de la tecnología (actual y del futuro), ya que contempla también el dominio de las tierras raras y la capacidad de poder asegurar -por parte de ambas potencias- el control de los minerales críticos en los que América Latina tiene una posición preferencial.

Repercusiones internacionales de la Guerra Arancelaria

La activación de aranceles de forma unilateral mientras se generaban los canales de negociación diplomática y comercial también dejó algunas consecuencias que se vieron reflejadas de forma casi instantánea.

Una de ellas, fue la reconfiguración de rutas comerciales y acuerdos bilaterales. La política de Estados Unidos fue clara: quien primero se siente a negociar, tendrá un trato preferencial. La dilación en la respuesta por parte de varios países ha afectado seriamente la capacidad de sectores críticos.

Esto a su vez, trabajo aumento de costos logísticos y una mayor presión inflacionaria debido al aumentos de costos por la imposición de aranceles. Y como tercer efecto colateral, también provocó que diversas empresas se orientaran a diversificar proveedores y comiencen a pensar en relocalizar su producción.

La Diplomacia Corporativa como respuesta

Para muchas empresas, operar en estos contextos de alta volatilidad e incertidumbre no es el escenario ideal. No son pocos los sectores que han visto ralentizado su crecimiento y desarrollo en este año debido al contexto arancelario.

En este sentido, contar con líderes que puedan pensar soluciones más allá de un escenario divergente y sean capaces de activar soluciones basadas en la diplomacia corporativa para una mejor conducción de los negocios, se vuelve esencial ante una reconfiguración global que sólo estamos viendo en sus inicios.

Por ello, en nuestro Executive MBA, contaremos con una Especialización en Diplomacia Corporativa y Relaciones Gubernamentales que buscará preparar a los futuros líderes del management regional para ser protagonistas de este nuevo tiempo.